Se ha comenzado a trabajar en la construcción de dos pozos de extracción en la instalación de gestión de residuos de Hovgårdens, en las afueras de Uppsala, Suecia. Estos dos pozos se utilizarán para extraer agua subterránea contaminada con PFAS, con concentraciones superiores a los 3 000 ng/l. Después de la extracción, el agua contaminada se tratará mediante fraccionamiento de espuma tensioactiva (SAFF) seguido de oxidación electroquímica y un pulido final con fitorremediación. Los pozos tienen 10 metros de profundidad y podrán extraer hasta 3 m3/h de agua contaminada para su tratamiento.